viernes, 7 de junio de 2013

Bienvenidos !


La presente materia ha constituido desde su creación e incorporación al plan de estudios de la Licenciatura en psicología, hace mas de 20 años, un acto fundante con una mirada innovadora en el campo de la discapacidad y su abordaje teórico clínico. En tanto acto fundante ha ido generando progresivamente innumerables efectos de apertura  de nuevos espacios de profundización e intercambio científico y académico; presentándose como la primera materia que aborda la clínica de la discapacidad dentro de una facultad de psicología, inexistente hasta ese momento en los planes de estudio de la carrera en universidades públicas y privadas del país.
El tema que se aborda, "el sujeto con discapacidad”, concebido desde una perspectiva psicoanalítica, constituye una problemática social relevante y un amplio campo de trabajo para el psicólogo, que reclama una formación específica pues plantea cuestiones propias que interrogan a la práctica y a la teoría como asimismo por tratarse de una incumbencia profesional referida a una temática que no ha sido tradicionalmente contemplada en los estudios de grado.
Esta materia ofrece un valioso aporte a la formación de profesionales psicólogos, habilitando la posibilidad de la reflexión enriquecedora acerca del futuro quehacer profesional – la interrogación acerca del "qué - hacer" en relación a la Clínica de la Discapacidad.
En la constante búsqueda de un efecto de formación, que pueda ir más allá de la adquisición del necesario bagaje teórico, la materia promueve un reposicionamiento respecto de la temática que nos convoca, desde una ética que respeta y considera al Sujeto ($), en su singularidad. Sujeto del deseo, del lenguaje, tal como lo abordamos desde el psicoanálisis, marco epistemológico que provee los recursos conceptuales desde los cuales se encuadran las intervenciones clínicas propuestas. Fundamento que haría de brújula al acto profesional.
Desde los comienzos de la materia y habiendo constituido un movimiento académico y un aporte reconocido como novedoso, el enfoque desde una perspectiva clínica, opone de este modo la “Clínica de la Discapacidad” - posicionamiento de la cátedra- a la(s) “Psicología(s) de la(s) Discapacidades” desde la que se postularía una “psicología del ciego”, “psicología del sordo”, “psicología del down”, etc. y con la cual se disiente.
Partiendo de la premisa de un Sujeto constituido más allá de la existencia de un organismo dañado, atravesado por la falta estructural del hablante, y con la convicción de que la dimensión psíquica no es consecuencia directa de lo orgánico es que se sostienen una ética claramente opuesta a las intervenciones generalizadoras, homogeneizantes y rehabilitadoras más tradicionales, centradas en la deficiencia, excluyentes de la singularidad y que otorgan características de orden psíquico por igual para todo aquel que comparta el diagnóstico médico, promoviendo insoslayables consecuencias iatrogénicas y desubjetivantes. De este modo se propone como objetivo principal, repensar la clínica en el campo de la discapacidad, y redefinirla como "Clínica" en tanto mirada que aborda la singularidad y se descentrada del déficit orgánico (sin desconocerlo).
Así la asignatura rescata la singularidad, a partir de una “mirada clínica” que incluye la psicoterapia, pero la excede, abarcando una diversidad de intervenciones, desde la consideración del caso por caso.
El campo de la Clínica de la Discapacidad es amplio y complejo, y no se limita a pensar sólo en quien tiene una discapacidad, sino que también abarca a la familia, al Otro social y a los sujetos que encarnan los diferentes profesionales que trabajan en relación a esta temática.
La cátedra en su posicionamiento, propone analizar e interpelar, en el campo de la discapacidad, distintas propuestas teóricas y abordajes terapéuticos actuales y rescatar el legítimo aporte del psicoanálisis, su ética, tanto en el ámbito individual como institucional e interdisciplinario.
A los fines de contextuar y enmarcar el desarrollo de los contenidos teóricos, se recorta y define el concepto de discapacidad, remitiendo la misma a la existencia de una deficiencia (real orgánico), dejando así delimitado su universo.
No se incluye en este universo de la discapacidad a las patologías que, desde nuestra perspectiva y hasta el momento sostenemos, como no siendo de origen orgánico sino que implicarían la puesta en juego factores de otro orden. Por este motivo se excluyen del abordaje de la presente asignatura a las graves patologías psíquicas como el autismo, la psicosis, y los denominados trastornos generalizados del desarrollo (TGD).
La organicidad se inscribe en una particular trama subjetiva y familiar que podrá o no dar lugar a cuestiones psicopatológicas. Las mismas son conceptualizadas, desde nuestra postura teórica y clínica, como patologías psíquicas agregadas, no patognómicas del síndrome orgánico, que responden a fallas en la estructuración subjetiva implicando limitaciones de recursos simbólicos.
Se abordan en profundidad casos paradigmáticos de discapacidad: ceguera, sordera, discapacidad intelectual, discapacidad motriz. Los conceptos psicoanalíticos de narcisismo y castración constituyen un eje que acompaña y atraviesa el armado conceptual y clínico de la materia.
Partiendo de dicho eje, se abordan tópicos como: la estructuración del aparato psíquico y la subjetividad, el estatuto del déficit en tal construcción, las funciones parentales, el quiebre del narcisismo parental, las vicisitudes del propio devenir subjetivo , la construcción del esquema corporal y la imagen inconsciente de cuerpo, exogamia, el lazo social, la debilidad mental, las representaciones sociales, la sexualidad, el arte y el trabajo, y el rol y posicionamiento profesional, entre otros. Asimismo, se reflexiona sobre nuevas elaboraciones y desafíos: la construcción y elaboración de un proyecto de vida autónoma, entre otros posibles movimientos que hacen al despliegue de la autonomía y la independencia. Recursos simbólicos para la integración y la participación social.
A los fines de sortear la común falacia, sostenida desde el imaginario social, que se genera a partir de la infantilización de quien presenta una discapacidad, la materia aborda especialmente el desarrollo conceptual de las cuestiones relevantes que se identifican en la clínica de jóvenes y adultos con discapacidad, no limitando su abordaje a la niñez.
La tendencia a la infantilización y la impronta del imaginario social referida a esta representación, se hace sentir en este campo disciplinar, en la diversidad de discursos y producciones respecto de la infancia y en la pobreza de escritos y desarrollos que abordan la adolescencia y la adultez. Situación que resulta necesario considerar y revertir, a partir de la articulación teórico - clínica de las cuestiones psíquicas y sociales propias en todas las etapas evolutivas del sujeto con discapacidad.
La mencionada y falaz identificación entre el sujeto portador de una discapacidad y el niño, “eterno menor de edad", también se hace presente en el discurso jurídico, y se manifiesta no tanto en la norma legal, como en los usos y costumbres en la implementación de la misma.
Muchas veces el discurso y la práctica jurídica aparecen anulando y forcluyendo el aspecto subjetivo, planteando la antinomia Objeto de derecho/ Sujeto de derecho.
La cátedra propone un trabajo de análisis de la nueva Ley 26378 que ratifica la Convención Internacional sobre los derechos humanos para personas con discapacidad y la reflexión crítica acerca de la realidad actual de la implementación de esta ley en nuestro país, relevando usos y costumbres afianzados, en el proceso judicial de restricción en sus dos variables (Incapacidad- Inhabilitación). Esclarecer la dimensión social e histórica de la discapacidad aporta mayor comprensión de los fenómenos de la clínica. El discurso social en general, y el legal y jurídico en particular, atraviesan la problemática de la discapacidad dejando su impronta.
Se ubica al discurso social en relación a la discapacidad como atravesado por los ideales de la época actual, y las representaciones sociales que se construyen acerca de la discapacidad en este contexto, remarcando su funcionalidad defensiva. Construcciones desde las cuales se suele asignar a quien tiene una discapacidad, determinadas características que ubican al destinatario en los márgenes de lo específicamente humano, en una posición de naturaleza diferente, lugar de la carencia.
Concepciones del sentido común, sin fundamento epistemológico, sostenidas defensivamente por profesionales atravesados por el Otro social, y que desvirtúan sus intervenciones, tornándolas iatrogénicas.
En este contexto, y contemplando los ejes epistemológico, subjetivo y social, que atraviesan al profesional y a su práctica clínica, la materia propone repensar el Rol del Profesional en la Clínica de la Discapacidad desde un marco interdisciplinario y transdisciplinario. Asimismo se promueve el acercamiento al rol del psicólogo y los aportes específicos de su disciplina, a través del abordaje de los diferentes Dispositivos institucionales previstos por la Ley Argentina: Estimulación Temprana, Educación especial, Equipo de apoyo a la integración escolar, Centro de día, etc.
Diferentes espacios ofrecidos que guardan correlación con los distintos momentos lógicos y cronológicos que atraviesa el Sujeto portador de una discapacidad.
Espacios en los que se podrán vehiculizar las intervenciones clínicas habilitantes de la subjetividad. Efectos de producción de subjetividad, de creación y autonomía, en los que el Sujeto logre conectarse con lo propio. Posicionamiento “autónomo” respecto de las determinaciones del Otro. Efectos terapéuticos por añadidura, aun cuando la deficiencia persista.

Asimismo se considera como aporte importante el ofrecer modelos de aplicación y recursos a fin de generar cambios respecto a representaciones sociales y actitudes particularmente negativas en relación al tema de la presente materia y al objetivo de integración del sujeto con una discapacidad.