La presente materia ha constituido desde
su creación e incorporación al plan de estudios de la Licenciatura en psicología, hace mas de 20 años, un acto fundante con una mirada innovadora en el campo de la discapacidad y su abordaje teórico clínico. En tanto acto fundante ha ido generando progresivamente innumerables efectos de apertura de nuevos espacios de profundización e
intercambio científico y académico; presentándose como la primera materia que
aborda la clínica de la discapacidad dentro de una facultad de psicología,
inexistente hasta ese momento en los planes de estudio de la carrera en
universidades públicas y privadas del país.
El tema que se aborda, "el sujeto con
discapacidad”, concebido desde una perspectiva psicoanalítica, constituye una
problemática social relevante y un amplio campo de trabajo para el psicólogo,
que reclama una formación específica pues plantea cuestiones propias que
interrogan a la práctica y a la teoría como asimismo por tratarse de una
incumbencia profesional referida a una temática que no ha sido tradicionalmente
contemplada en los estudios de grado.
Esta materia ofrece un valioso aporte a la
formación de profesionales psicólogos, habilitando la posibilidad de la
reflexión enriquecedora acerca del futuro quehacer profesional – la
interrogación acerca del "qué - hacer" en relación a la Clínica de la
Discapacidad.
En la constante búsqueda de un efecto de
formación, que pueda ir más allá de la adquisición del necesario bagaje
teórico, la materia promueve un reposicionamiento respecto de la temática que
nos convoca, desde una ética que respeta y considera al Sujeto ($), en
su singularidad. Sujeto del deseo, del lenguaje, tal como lo abordamos desde el
psicoanálisis, marco epistemológico que provee los recursos conceptuales desde
los cuales se encuadran las intervenciones clínicas propuestas. Fundamento que
haría de brújula al acto profesional.
Desde los comienzos de la materia y
habiendo constituido un movimiento académico y un aporte reconocido como
novedoso, el enfoque desde una perspectiva clínica, opone de este modo la
“Clínica de la Discapacidad” - posicionamiento de la cátedra- a la(s)
“Psicología(s) de la(s) Discapacidades” desde la que se postularía una
“psicología del ciego”, “psicología del sordo”, “psicología del down”, etc. y
con la cual se disiente.
Partiendo de la premisa de un Sujeto
constituido más allá de la existencia de un organismo dañado, atravesado por la
falta estructural del hablante, y con la convicción de que la dimensión
psíquica no es consecuencia directa de lo orgánico es que se sostienen una
ética claramente opuesta a las intervenciones generalizadoras, homogeneizantes
y rehabilitadoras más tradicionales, centradas en la deficiencia, excluyentes
de la singularidad y que otorgan características de orden psíquico por igual
para todo aquel que comparta el diagnóstico médico, promoviendo insoslayables
consecuencias iatrogénicas y desubjetivantes. De este modo se propone como objetivo
principal, repensar la clínica en el campo de la discapacidad, y redefinirla
como "Clínica" en tanto mirada que aborda la singularidad y se
descentrada del déficit orgánico (sin desconocerlo).
Así la asignatura rescata la singularidad,
a partir de una “mirada clínica” que incluye la psicoterapia, pero la excede,
abarcando una diversidad de intervenciones, desde la consideración del caso por
caso.
El campo de la Clínica de la Discapacidad
es amplio y complejo, y no se limita a pensar sólo en quien tiene una
discapacidad, sino que también abarca a la familia, al Otro social y a los
sujetos que encarnan los diferentes profesionales que trabajan en relación a
esta temática.
La cátedra en su posicionamiento, propone
analizar e interpelar, en el campo de la discapacidad, distintas propuestas
teóricas y abordajes terapéuticos actuales y rescatar el legítimo aporte del
psicoanálisis, su ética, tanto en el ámbito individual como institucional e
interdisciplinario.
A los fines de contextuar y enmarcar el
desarrollo de los contenidos teóricos, se recorta y define el concepto de
discapacidad, remitiendo la misma a la existencia de una deficiencia (real
orgánico), dejando así delimitado su universo.
No se incluye en este universo de la
discapacidad a las patologías que, desde nuestra perspectiva y hasta el momento
sostenemos, como no siendo de origen orgánico sino que implicarían la puesta en
juego factores de otro orden. Por este motivo se excluyen del abordaje de la presente
asignatura a las graves patologías psíquicas como el autismo, la psicosis, y
los denominados trastornos generalizados del desarrollo (TGD).
La organicidad se inscribe en una
particular trama subjetiva y familiar que podrá o no dar lugar a cuestiones
psicopatológicas. Las mismas son conceptualizadas, desde nuestra postura
teórica y clínica, como patologías psíquicas agregadas, no
patognómicas del síndrome orgánico, que responden a fallas en la estructuración
subjetiva implicando limitaciones de recursos simbólicos.
Se abordan en profundidad casos
paradigmáticos de discapacidad: ceguera, sordera, discapacidad intelectual,
discapacidad motriz. Los conceptos psicoanalíticos de narcisismo y castración
constituyen un eje que acompaña y atraviesa el armado conceptual y clínico de
la materia.
Partiendo de dicho eje, se abordan tópicos
como: la estructuración del aparato psíquico y la subjetividad, el estatuto del
déficit en tal construcción, las funciones parentales, el quiebre del
narcisismo parental, las vicisitudes del propio devenir subjetivo , la
construcción del esquema corporal y la imagen inconsciente de cuerpo, exogamia,
el lazo social, la debilidad mental, las representaciones sociales, la
sexualidad, el arte y el trabajo, y el rol y posicionamiento profesional, entre
otros. Asimismo, se reflexiona sobre nuevas elaboraciones y desafíos: la
construcción y elaboración de un proyecto de vida autónoma, entre otros
posibles movimientos que hacen al despliegue de la autonomía y la
independencia. Recursos simbólicos para la integración y la participación
social.
A los fines de sortear la común falacia,
sostenida desde el imaginario social, que se genera a partir de la
infantilización de quien presenta una discapacidad, la materia aborda
especialmente el desarrollo conceptual de las cuestiones relevantes que se
identifican en la clínica de jóvenes y adultos con discapacidad, no limitando
su abordaje a la niñez.
La tendencia a la infantilización y la
impronta del imaginario social referida a esta representación, se hace sentir
en este campo disciplinar, en la diversidad de discursos y producciones
respecto de la infancia y en la pobreza de escritos y desarrollos que abordan
la adolescencia y la adultez. Situación que resulta necesario considerar y
revertir, a partir de la articulación teórico - clínica de las cuestiones
psíquicas y sociales propias en todas las etapas evolutivas del sujeto con
discapacidad.
La mencionada y falaz identificación entre
el sujeto portador de una discapacidad y el niño, “eterno menor de edad",
también se hace presente en el discurso jurídico, y se manifiesta no tanto en
la norma legal, como en los usos y costumbres en la implementación de la misma.
Muchas veces el discurso y la práctica
jurídica aparecen anulando y forcluyendo el aspecto subjetivo, planteando la
antinomia Objeto de derecho/ Sujeto de derecho.
La cátedra propone un trabajo de análisis
de la nueva Ley 26378 que ratifica la Convención Internacional sobre los
derechos humanos para personas con discapacidad y la reflexión crítica acerca
de la realidad actual de la implementación de esta ley en nuestro país,
relevando usos y costumbres afianzados, en el proceso judicial de restricción
en sus dos variables (Incapacidad- Inhabilitación). Esclarecer la dimensión
social e histórica de la discapacidad aporta mayor comprensión de los fenómenos
de la clínica. El discurso social en general, y el legal y jurídico en
particular, atraviesan la problemática de la discapacidad dejando su impronta.
Se ubica al discurso social en relación a
la discapacidad como atravesado por los ideales de la época actual, y las
representaciones sociales que se construyen acerca de la discapacidad en este
contexto, remarcando su funcionalidad defensiva. Construcciones desde las
cuales se suele asignar a quien tiene una discapacidad, determinadas
características que ubican al destinatario en los márgenes de lo
específicamente humano, en una posición de naturaleza diferente, lugar de la
carencia.
Concepciones del sentido común, sin
fundamento epistemológico, sostenidas defensivamente por profesionales
atravesados por el Otro social, y que desvirtúan sus intervenciones,
tornándolas iatrogénicas.
En este contexto, y contemplando los ejes
epistemológico, subjetivo y social, que atraviesan al profesional y a su
práctica clínica, la materia propone repensar el Rol del Profesional en la
Clínica de la Discapacidad desde un marco interdisciplinario y
transdisciplinario. Asimismo se promueve el acercamiento al rol del psicólogo y
los aportes específicos de su disciplina, a través del abordaje de los
diferentes Dispositivos institucionales previstos por la Ley Argentina:
Estimulación Temprana, Educación especial, Equipo de apoyo a la integración
escolar, Centro de día, etc.
Diferentes espacios ofrecidos que guardan
correlación con los distintos momentos lógicos y cronológicos que atraviesa el
Sujeto portador de una discapacidad.
Espacios en los que se podrán vehiculizar
las intervenciones clínicas habilitantes de la subjetividad. Efectos de
producción de subjetividad, de creación y autonomía, en los que el Sujeto logre
conectarse con lo propio. Posicionamiento “autónomo” respecto de las
determinaciones del Otro. Efectos terapéuticos por añadidura, aun cuando la
deficiencia persista.
Asimismo se considera como aporte
importante el ofrecer modelos de aplicación y recursos a fin de generar cambios
respecto a representaciones sociales y actitudes particularmente negativas en
relación al tema de la presente materia y al objetivo de integración del sujeto
con una discapacidad.